Es una ferrata de nivel K2, de unos 50 metros de pared equipada, dividido en dos tramos de rápel para hacer el descenso de unos 25 metros cada uno.
El acceso a la ferrata es muy fácil, desde el mismo aparcamiento del hotel tardamos unos 20 minutos siguiendo la ruta muy bien indicada con carteles de "Vía ferrata", también es el mismo camino del mirador.
Una vez en el mirador estaremos a 2 ó 3 minutos del comienzo de la ferrata.
Al principio de la vía encontramos una serie de indicaciones y advertencias para realizar la actividad. Como siempre ya sabéis que en este tipo de actividades es fundamental la seguridad y no hacer el cabra porque nos jugamos la vida, así que no falte nunca el arnés, casco, disipador y demás sistemas de seguridad que os hagan sentiros cómodos y os permitan descansar si lo necesitáis.
Junto al comienzo de la vía hay un buen sitio para poder equiparnos cómodamente, no hace falta hacer la ruta de acceso equipado con todo.
La ferrata comienza con un desplome para ir calentando brazos, hay que tirar bastante de ellos, aunque la piedra nos da muchos apoyos que nos facilitan el ascenso sin tener que ceñirnos exactamente a las grapas para apoyar los pies.
Después de este tramos de esfuerzo llegamos a una parte más favorable con una pequeña repisa donde podemos relajar los brazos y animar al que venga detrás :)
A los poquitos metros de esta repisa llegamos a la primera reunión para uno de los rápeles, ya estamos a 25 metros del suelo y llevamos la mitad de la ferrata.
Podemos ver al compañero agarrado y asegurado a todos los sitios donde alcanzan las cintas y mosquetones, jajajaja, grande Justa, ya me gustaría ver a alguien con vértigo con esa cara de felicidad y disfrutando tanto en esa situación, es una gran terapia.
Después de disfrutar de las vistas continuamos la ascensión por un pequeño tramo vertical que enlaza con un desplazamiento que comienza en horizontal y después en diagonal hacia la izquierda y arriba.
Es un tramos que requiere un poco de concentración ya que las grapas no está todo lo cerca que hubiéramos querido (para los que somos bajitos), hay alguna en la que hay que estirar el brazo bastante combinándolo con el cambio de dirección de la vía, es un tramo "divertido".
Después de unas cuantas grapas, unos cambios de cables y un momento para el disfrute personal llegamos al final de la vía y al otro punto de reunión para montar un rápel si decidimos bajar así.
Nosotros bajamos por la ruta a pie que coincide con la bajada de la ruta que viene de la Crestería del Fraile.
En total tardamos en la aproximación unos 20 minutos y en la ferrata unos 40, yendo 3 personas y parando a disfrutar del camino, hacer fotos, comentar la jugada, una cosa relajada.
Después de terminar la vía ferrata nos acercamos al boulder (bloque de escalada) que hay detrás del aparcamiento que está junto al hotel.
La verdad es que es una actividad divertida y sin querer se hace mucho ejercicio, tanto físico como mental.
Podéis ver todas las fotos aquí FOTOS
También podéis ver un buen resumen y características de la vía en DEANDAR.COM